Percepcion

La percepción no implica una mera copia de la realidad, sino un proceso constructivo mediante el que se interpretan los datos sensoriales. La percepción es un proceso fundamentalmente psicológico, entendiendo por tal la interpretación activa que hace el individuo de aquello que están captando sus sentidos, y que se fundamenta en las experiencias previas, las expectativas y las predisposiciones personales. La ilusión es un ej de que la percepción no está determinada solamente por las características físicas del estímulo: el contexto nos proporciona las reglas en las que se basan nuestras percepciones a la vez que guía nuestras interpretaciones.

Los trastornos de la percepción y de la imaginación se suelen clasificar en dos grupos: distorsiones y engaños perceptivos. Las distorsiones solamente son posibles mediante el concurso de los órganos de los sentidos (muchas veces se les llama sensoriales), es decir, se producen cuando un estímulo que existe fuera de nosotros, es percibido de un modo distinto a como cabría esperar dadas las características formales del propio estímulo. 
Las características físicas del mundo estimular se perciben de manera distorsionada, entendiendo por tal distorsión:
  • Una percepción distinta a la habitual y/o probable teniendo en cuenta las experiencias previas, características contextuales, y el modo en que otras personas perciben ese estímulo, cono sucede en las distorsiones relativas al tamaño, forma, intensidad, distancia…, o
  • Una percepción diferente de la que se derivaría en caso de tener solamente en cuenta las características físicas del estímulo, como sucede en las ilusiones. La anomalía reside en los órganos de los sentidos, sino en la percepción que la persona elabora a partir de un determinado estímulo, es decir, la construcción psicológica que el individuo realiza acerca del mismo.
De todos modos, en algunos casos las distorsiones tienen su origen en trastornos de naturaleza orgánica, que suelen ser transitorios y que pueden afectar tanto a la recepción sensorial como a su interpretación. Pese a ello, es más correcto calificarlas como perceptivas que como sensoriales porque es la construcción que el individuo hace la que está primariamente alterada. Así, las distorsiones serían el resultado final de una interacción defectuosa entre las características del estímulo, las del contexto y las del receptor. A excepción de las ilusiones, las distorsiones perceptivas suelen afectar a una o más modalidades sensoriales y pueden involucrar todos los estímulos de mundo sensorial que se halle afectado.
Sin embargo, en el caso de los engaños perceptivos se produce una experiencia perceptiva nueva que: 
  • Suele convivir con el resto de las percepciones normales.
  • No se fundamenta en estímulos realmente existentes fuera del individuo.
  • Se activa a pesar de que el estímulo que produjo la percepción inicial ya no se halla físicamente presente. Se han denominado también percepciones falsas, aberraciones perceptivas y errores perceptivos.

Anomalías en la percepción de la cualidad

Van asociadas en muchas ocasiones a las anteriores y hacen referencia a visiones coloreadas, cambios en la percepción del color de los objetos y a la menor o mayor nitidez de las imágenes. Por lo general están provocadas por el uso de ciertas drogas como la mescalina y/o de ciertos medicamentos, así como por lesiones de naturaleza neurológica. Pero también pueden aparecer en trastornos mentales como las esquizofrenias o depresiones.

Metamorfopsias: anomalías en la percepción del tamaño y/o forma


Son distorsiones en la percepción visual de la forma (dismorfopsias) y/o del tamaño (dismegalopsias) de los objetos. Dentro de estas últimas están las micropsias y las macropsias (o megalopsias), en la que los objetos reales se perciben, respectivamente, a escala reducida (o muy lejanos) o a escala aumentada (o muy cercanos). Cuando estas distorsiones se refieren al propio cuerpo reciben el nombre de autometamorfopsias. La persona suele ser consciente de su anomalía, y sus reacciones emocionales varían desde el agrado al terror y la ira. En la mayoría de los casos las metamorfopsias se asocian a distorsiones en la percepción de la distancia (ver los pies muchos más grandes y a una distancia mucho mayor). Estas anomalías se presentan en una amplia gama de situaciones: desde los trastornos neurológicos hasta como consecuencias de los efectos de determinadas drogas. Sin embargo son muy poco frecuentes en los episodios agudos de esquizofrenia y en los trastornos neuróticos.

Anomalías en la integración perceptiva

Son anomalías poco frecuentes que a veces aparecen en los estados orgánicos y en la esquizofrenia. El paciente parece incapaz de establecer los nexos existentes entre dos o más percepciones procedentes de modalidades sensoriales diferentes.
Ej: un paciente que está viendo la TV experimenta la sensación de que existe una especie de “competición” entre lo que oye y lo que ve, como si ambas sensaciones no tuvieran nada que ver entre sí y lucharan por atraer su atención. Las conexiones entre ambas modalidades sensoriales fracasan. Se tiene la sensación de que provienen de fuentes diferentes y de que atraen al mismo tiempo sus recursos atencionales. Esto se denomina escisión perceptiva, en la que el objeto percibido se desintegra en fragmentos o elementos. Además, las escisiones pueden ceñirse sólo a las formas (morfolisis) o a la disociación entre el color y la forma (metacromías).
El fenómeno opuesto a la escisión es la aglutinación: distintas cualidades sensoriales se funden en una única experiencia perceptiva, produciendo incapacidad para distinguir entre diferentes sensaciones. Una forma especial es la sinestesia, una asociación anormal de las sensaciones en la que una sensación se asocia a una imagen que pertenece a un órgano sensorial diferente. Ej: la audición coloreada (ver colores cuando se escucha música).






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